El Turismo Accesible, o también conocido como Turismo Inclusivo o para Todos, no es una tipología de turismo en sí misma, como podría ser por ejemplo el turismo de naturaleza, cultural, de sol y playa…sino una condición que debe cumplir cualquier tipo de turismo.
La accesibilidad universal en este sector es lograr que cualquier persona pueda disfrutar en igualdad de condiciones cada una de las que llamamos “las 5 etapas del turismo”, sea cual sea su categoría o motivación.
Estas 5 etapas corresponden a las diferentes fases por las que pasa una persona a la hora de realizar un viaje. Todo comienza con soñar, la planificación, la posterior reserva, la propia experiencia del viaje y por último el compartir la experiencia con nuestro entorno.
Soñar
Cuando nos planteamos un viaje, puede ser fundamental el propio interés por el mismo, pero también las recomendaciones de familiares y amigos, las revistas, publicaciones en las redes sociales o televisión. Cuántas veces no hemos soñado con visitar algún escenario de una película, un castillo o una ciudad…
Por esta razón, debemos facilitar que los formatos de promoción e inspiración sean accesibles para llegar a la mayoría del público. Algunas acciones actuales consisten en la elaboración de revistas de viajes en lectura fácil o vídeos promocionales con audio-descripción, subtítulos y lengua de signos.
Planificar
La elección del destino, el transporte, alojamientos, excursiones, dónde comer y hasta cómo moverse en el lugar de destino son algunos datos que tendremos que investigar para preparar nuestro viaje. Convirtiendo la fiabilidad de nuestras fuentes de información en una característica primordial.
Concretamente para las personas con algún tipo de discapacidad u otras necesidades es imprescindible no sólo poder acceder a esa información en formatos accesibles, si no la transparencia de la oferta. Ya que si promocionamos un destino, servicio o producto como accesible, sin especificar cuáles son las características de los mismos podemos llevar a confusión. Incluso podríamos estar dando por hecho una oferta inexistente y por tanto no aprovechable por el cliente.
Por ejemplo, promocionar nuestro restaurante como accesible porque tenemos un aseo adaptado según normativa pero con un bordillo en la entrada de 5 cm de altura. En este caso deberíamos especificar las características tanto del acceso como del aseo para que sea el propio cliente el que decida el nivel de accesibilidad según sus necesidades.
En nuestro siguiente post comentaremos la accesibilidad en las etapas de reserva, experiencia de viaje y compartir nuestra vivencia.
Cualquier información o consulta, no dudes en contactar con nosotros. En DCS Infraestructuras tenemos un equipo preparado para asesorarte en cada una de estas etapas!
